Las claves para realizar una verificación óptima de la identidad digital en 2024

By

Para comprender cómo nos identificaremos en 2024, conviene hacerse algunas preguntas. ¿Cambiará el concepto de identidad digital? ¿Será distinto lo que implica o de qué se compone? ¿Variarán las tecnologías para verificarla? Incluso cabe reflexionar acerca del comportamiento de las personas que, de una forma u otra, impactarán de lleno en el modo en el que interpretaremos y aceptaremos las nuevas tecnologías

 

Por Marc Sabadí, Identity Innovation Lead, Mitek

Por eso, hablar de la identidad digital en el año actual es hacerlo sobre evolución. Llevamos un tiempo observando un cambio de tendencia que se retroalimenta entre diversos elementos: la evolución tecnológica y la evolución como usuarios o clientes. Ambas forman un dúo, una cosa estimula a la otra. A su vez, estas se ven interpeladas por otro factor, el de las estafas, cada vez más sofisticadas e incluso segmentadas por grupos de edad.
Entender la evolución de la identidad digital es esencial para que las empresas puedan, en primer lugar, saber a qué retos se enfrentan y, en segundo, definir la mejora forma de enfrentarse a esos desafíos de forma flexible y escalable. Por este motivo, debemos prestar atención este año a los peligros que acechan, al comportamiento de los usuarios y a las tendencias tecnológicas para mapear el estado de la identificación digital.

El enfoque orquestado continuará a la cabeza
Muchas organizaciones han ido realizando acciones para implementar los procesos físicos en los canales digitales, pero ha llegado la hora de replantearse la verificación de la identidad digital por completo. En la actualidad, nos enfrentamos al desafío de que muchos métodos de verificación de identidad están diseñados para casos de uso específicos, lo que crea barreras tecnológicas difíciles de superar para las empresas. Esta fragmentación no solo dificulta la integración y el mantenimiento de las herramientas, sino que también genera una experiencia de usuario poco satisfactoria debido a la excesiva fricción en el proceso.
Además, esta falta de integración limita la capacidad de las herramientas para detectar y prevenir nuevos métodos de fraude online, que son cada vez más sofisticados. Ante este panorama, ¿cuál es la mejor estrategia a seguir en el ámbito tecnológico actual?
En Mitek abogamos por un enfoque adaptativo, basado en soluciones de identidad y ciberseguridad integradas y de múltiples capas. Estas soluciones se adaptan dinámicamente al nivel de riesgo y al punto específico del viaje del cliente en el que se encuentre, lo que permite una verificación y autenticación más efectivas y personalizadas. Es lo que denominamos una verificación por capas con un enfoque orquestado.
Este enfoque tiene múltiples beneficios: reduce el riesgo de fraude al eliminar los silos que pueden provocar vulnerabilidades de seguridad, simplifica el proceso para el usuario al exigir solo la información necesaria en cada situación, y garantiza el cumplimiento de las normativas vigentes.
Es importante reconocer que no solo las transacciones físicas están evolucionando; incluso los métodos tradicionales de verificación, como las contraseñas y los documentos de identidad físicos, están demostrando ser inseguros y generar fricción innecesaria en el entorno digital. Los usuarios actuales esperan procesos de verificación más ágiles y seguros, adaptados a sus hábitos y expectativas en los canales digitales. En este sentido, es fundamental que las soluciones de verificación de identidad también evolucionen para satisfacer estas demandas cambiantes.

La IA pone patas arriba la seguridad digital
Por su parte, la inteligencia artificial está en el centro de la preocupación este año, especialmente en lo que respecta a la creación de deepfakes, una forma sofisticada de fraude que plantea serias amenazas para nuestros sectores objetivo. Detectar estos engaños no es tarea fácil, pero afortunadamente, la verificación biométrica de identidad y las pruebas de detección de vida están listas para contrarrestarlos.
Otro aspecto preocupante es el voice cloning, que permite a los estafadores crear voces realistas para hacerse pasar por personas de confianza, amigos o incluso familiares. Sin embargo, la biometría de voz, que incluye la detección de vida vocal, también está disponible para enfrentar este tipo de fraudes.
Los ciberatacantes buscan maximizar sus ganancias con el menor esfuerzo posible, utilizando herramientas automatizadas para lanzar ataques masivos. La mejor defensa contra esta peligrosa tendencia es el uso de más inteligencia artificial, específicamente herramientas potenciadas con aprendizaje automático que puedan detectar y detener los intentos de fraude de manera efectiva.
Por otro lado, los fraudes tradicionales, como el phishing o las estafas por correo electrónico y mensajes de texto, también evolucionan con la ayuda de la inteligencia artificial. Anteriormente, era más fácil detectar un correo electrónico falso por su redacción sospechosa, pero ahora la IA complica la situación. Los algoritmos de aprendizaje automático y los modelos lingüísticos están siendo utilizados para crear contenido de estafas más convincente y difícil de identificar.
Queda claro que el panorama de la identidad digital en 2024 presenta desafíos significativos. La verificación de la identidad seguirá siendo fundamental para garantizar la seguridad en línea y la satisfacción del usuario. Por ello, conviene que las organizaciones continúen apostando por su mejora continua, con un enfoque orquestado que haga uso de tecnologías punteras, como la biometría o la inteligencia artificial.

Arriba, en la foto, Marc Sabadí, Identity Innovation Lead, Mitek / Imagen cortesía de Mitek

Categories:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *